
Como siempre, empezaremos esta pregunta recordando a nuestros pacientes, y aquellos interesados en iniciar un nuevo recorrido para recuperar el control de sus cuerpos y su vida, que los caminos de la sanación rara vez son lineales.
El bajar de peso de manera saludable, incluye no sólo la realización de cirugías bariátricas, sino también la incorporación de nuevos hábitos de vida a la cotidianeidad del paciente. A veces sucede que los cuerpos reaccionan de formas únicas tan solo al hecho de haberse realizado una cirugía, y el metabolismo debe reacostumbrarse a trabajar de nuevo pero bajo nuevos parámetros fisiológicos y, casi que más importante, nuevos parámetros psicológicos.
Es normal que se den momentos en los que la pérdida de peso sea constante, y otros en los que se estanque. El “bloqueo” que sufre el paciente puede deberse a que se encuentra en un momento de valle. Como todos los procesos de crecimiento y evolución, los picos y los valles muestran los hitos o acontecimientos importantes que hacen que sepamos que estamos avanzando en la dirección correcta, o que simplemente tengamos que redireccionar nuestro actuar.
Para poner esto en contexto con el viaje por el que atraviesan nuestros pacientes que buscan retomar el control de sus vidas, lo pondremos así: a veces la pérdida de peso se estanca por varias razones, pero no se limitan únicamente a estas. Una de ellas puede ser la falta de ingesta regular de agua. El ingerir mínimo un litro y medio de agua diariamente, es supremamente importante para el correcto funcionamiento del organismo y su nuevo metabolismo; y si bien al inicio la ingesta de agua se reduce cantidades que no superan una tapa de agua, la ingesta de esas cantidades no puede espaciarse en más de 10 minutos. Esto hace que el estómago se acostumbre a no estar vacío por más de tres horas y a procesar todo lo que le ingrese, y así entrenarse para ser el metabolismo más rápido del oeste, por decirlo de alguna manera.
Otra de las razones por las que el paciente está estancado en su pérdida de peso (claro está, cuando debería estar continuando perdiendo peso), es el hecho de que haya retomado malos hábitos alimenticios o esté ingiriendo alcohol o fumando excesivamente nuevamente. Por malos hábitos alimenticios nos referimos a hacer cosas como comer a deshoras, no ingerir suficiente agua constantemente, no incorporar frutas y legumbres diariamente, ingerir alimentos ultraprocesados o que contengan un alto índice de grasas trans y azúcares añadidas, comer grandes cantidades de carbohidratos no recomendados (como por ejemplo, el pan, las pastas, el arroz blanco, patatas, etc), el no comer alimentos líquidos con 30 minutos de anticipación antes de comer alimentos sólidos o viceversa, etc.
Un buen resumen de todo esto podría ser, para no estar distraídos con tanta información (sabemos que es mucha, pero no se preocupen, para todo esto y sus dudas, siempre nuestros pacientes contarán con el acompañamiento personalizado de nuestro equipo de profesionales interdisciplinarios), la cosa va así: cada progreso y cada cuerpo es distinto. El comparar la cantidad de peso perdido respecto del tiempo, con otra persona, no es saludable. ¿Qué es saludable? Tener paciencia y meditar en el amor propio para adquirir nuevos y mejores hábitos de vida para ayudar a la cirugía bariátrica a hacer el trabajo de la digestión y ver entonces cómo la comida empieza a ser un elemento más de la vida, y no el centro de nuestros días. Cada proceso tiene sus picos y sus valles, pero mientras el paciente siga nuestras recomendaciones, los bloqueos no serán una cuestión grave y siempre tendrá una solución.
¿Qué complicaciones puede tener un bypass?
A pesar de que los procedimientos bariátricos tienen un margen bastante bajo con relación a complicaciones, no los exime totalmente de estas. En algunos casos, pueden presentarse como una complicación a partir del procedimiento o por causa del estado de salud del paciente antes del procedimiento. Entre las complicaciones se encuentran dos tipos: Las complicaciones durante el procedimiento como reacciones alérgicas a la anestesia, sangrado excesivo, infecciones, coágulos sanguíneos, problemas respiratorios y/o pulmonares y perdidas en el aparato digestivo. Por otro lado, están las complicaciones que surgen después del procedimiento tales como obstrucción intestinal, síndrome de evacuación gástrica rápida (resultando en vómitos, diarrea o nauseas), cálculos biliares, hernias, hipoglucemia (niveles de azúcar bajos en la sangre), desnutrición, perforaciones estomacales, ulceras y vómitos. Por supuesto, estas complicaciones son muy infrecuentes y parte de la dieta pre y post operatoria, además del tratamiento ayudan a evitar este tipo de eventos, así que asegúrate de seguir las instrucciones de tu doctor de manera que no tengas que experimentar ninguno de los efectos adversos aquí mencionados.