
Si bien se conoce que en España y algunos países de la Unión Europea es necesario llevar un período de quince días de dieta líquida previa a la realización de cualquier tipo de intervención bariátrica, esta dieta líquida, además de que se entiende que se recomienda en importantes instituciones y bajo la tutela de prestigios profesionales, nosotros en la Clínica Dr. HE ® hemos encontrado que llevar estas dietas que se realizan por un periodo tan prolongado, genera efectos adversos y perjudican el buen término y los resultados positivos de cualquier procedimiento al que el paciente haya decidido someterse.
Esto sucede porque cada vez que se lleva a cabo una disminución tan extrema de calorías por períodos tan prolongados de tiempo y se priva al organismo de estos alimentos de esa forma, el cuerpo, y aunque los resultados se vean inmediatamente, recibe un mensaje que básicamente le dice que no hay suficiente comida. Esto genera una respuesta natural para defenderse de una posible muerte por inanición (no es que esto esté ocurriendo realmente, sino que esa es la lógica biológica que le llega a la fisionomía corporal del ser humano bajo esas circunstancias), por lo que generará reservas tanto de grasa como de energía. Al generar estas reservas y no tener el consumo calórico necesario, de desgasta el cuerpo y se genera un trauma innecesario al que el mismo organismo reacciona brusca o violentamente.
El cuerpo, si está ya débil y estresado de antemano, llegado el día de la intervención o del procedimiento, o inclusive, llegado el momento de ponerlo a sanarse a sí mismo, hemos descubierto que es altamente probable que los resultados esperados –cicatrización de tejidos, recuperación rápida, disminución del dolor paulatino- no se den en los tiempos estipulados y la recuperación tome hasta el doble del tiempo normal. No solamente se tiene en cuenta el factor netamente biológico, sino que también tenemos en cuenta los factores psicológicos que juegan un papel fundamental al momento de estar, un paciente, enfrentándose a todo lo que significa estar en el quirófano, que no solamente está lejos de su país de origen, posiblemente, sino que además, puede significar un sinnúmero de cosas adicionales que generan un estrés significativo en la psique del paciente. No es necesario someter a tanto estrés ni biológico ni psicológico al paciente.
En conclusión y teniendo en cuenta toda esta información, es recomendable evitar las dietas líquidas previas a la cirugía, y se recomienda que el paciente esté bien alimentado para evitar cualquier tipo de estrés innecesario al que el cuerpo vaya a ser sometido sin necesidad de ello. Lo que sí recomendamos es que, el día del viaje a la bella ciudad de Estambul o al menos 24 horas antes de la cirugía, el paciente se encuentre en ayunas. Además, necesitamos que el paciente esté dentro de los rangos de Índice de Masa Corporal (IMC) que permiten una intervención bariátrica para darle tratamiento a su diagnóstico de obesidad. Esto porque si, en un momento dado empieza a perder peso por llevar esta dieta líquida, y su IMC baja y llega a estar por debajo del umbral legalmente permitido, el procedimiento quirúrgico ya no va a ser legalmente posible realizarlo, y de seguro, ya pasaremos de problemas de sólo estrés a problemas que involucren abogados, facturas y muchos dolores de cabeza innecesarios.
¿Qué debo comer antes de una cirugía bariátrica?
Se puede comer normalemente hasta 24 horas antes de la cirugía, ya que el paciente debe llegar al quirófano en ayunas.