¿Se puede engordar después de la reducción de estómago? La respuesta a esta pregunta es de las que más desconcierto genera entre nuestro pacientes.
La verdad está en que las cirugías bariátricas (sea que sea la que el paciente y el doctor encargado de su caso particular hayan determinado como la mejor opción) son solo una herramienta, bien sea que se haya decidido optar o bien por el bypass gástrico o bien por una manga gástrica. La cirugía de reducción de estómago es una gran herramienta, pero la cosa es que no funciona por sí sola. No es que la cirugía arregle todos los problemas de fondo del paciente y se pueda seguir comiendo de la misma manera, en las mismas cantidades y el peso vaya disminuyendo mágicamente. Creo que a todos nos llama mucho la atención ese tipo de escenario que no significa mayor dificultad, ¿verdad? Exploremos entonces qué es lo que en realidad sucede y cómo es que el paciente debe actuar para hacer uso de esta herramienta de la mejor manera.
Para darle un manejo adecuado a las enfermedades de las que sufre el paciente y para contrarrestar los efectos nocivos de los síntomas y de las enfermedades derivadas del diagnóstico de sobrepeso y/u obesidad, es importante tener una serie de elementos adicionales que tengan una fuerte presencia en la vida del paciente además de la cirugía bariátrica, ya que la probabilidad de que fallen es grande sobretodo y en especial si el paciente no toma la decisión de dejar de lado hábitos poco saludables o si retorna a sus antiguos hábitos alimenticios. Como dicen por ahí, la cámara no hace al fotógrafo.
volviendo entonces al tema que nos concierne, es precisamente este conjunto de elementos el que incluye tener una serie de hábitos de vida (alimenticios, de deporte, espirituales, psicológicos, etc.) que permitan darle manejo las situaciones que generan la ansiedad descontrolada por comer. No sólo es el hecho de la alimentación per se, sino es el hecho de llevar una vida sana lo que hará que la operación sea o un éxito o un fracaso. Nunca está de más intentar nuevas maneras de sobrellevar su salud mental para lidiar con la ansiedad que lo llevó a generar esos malos hábitos. el personal profesional entrenado en psicología y psiquiatría está al tanto de las necesidades emocionales y psicológicas que son importantes para llevar una vida plena y saludable. La salud mental es una parte vital del proceso para recuperarse de un diagnóstico de obesidad y/o sobrepeso.
Ahora, y para que haya claridad sobre si saber si el paciente puede volver a aumentar de peso o no, la respuesta es muy sencilla. Sin embargo, hay una serie de matices y variables que todos deben tener en cuenta, y vamos a hablar de ello a continuación.
¿El paciente puede volver a su peso original? Claro que sí. ¿En qué casos? En los casos en los que el control del paciente, es total y cede voluntariamente a volver a tener una ingesta desproporcionada de carbohidratos, alimentos poco saludables, una rutina de alimentación sin horarios y sin consciencia, y sobre todo, volver a ingerir altas cantidades de alimentos hiperprocesados y llenos de azúcares procesadas, añadidas o grasas trans. Nuestro equipo en la clínica del Dr. HE está operando para salvaguardar siempre la salud de los pacientes y poder llevar a un porcentaje de éxito de las operaciones muy grande desde el día número uno, y es por eso que se en todos los casos nos percatamos de tomar todas las medidas de cuidado, salubridad y técnica profesional para tener bajo control todas las variables que deben estar bajo nuestro control, y así llegar a un un porcentaje de falla cercano al 0%.
Teniendo en cuenta entonces que las variables que podemos controlar, están bajo control, las demás variables que dependen de los hábitos saludables del paciente, harán que la cirugía cumpla su propósito o no. ¿A qué nos referimos con ello? Bueno, aquí están los matices que comentábamos anteriormente.
Uno de eso hábitos saludables de vida (al contrario de lo que mucha gente piensa) está el poder acudir a terapeutas o psicólogos que estén dispuestas a ayudar nuestras necesidades emocionales, ya que nuestro actuar está determinado por cómo pensamos; y cómo pensamos, está íntimamente ligado a cómo nos sentimos respecto de todas las situaciones que pueden surgir en el diario trasegar de nuestras vidas. Otro de esos buenos hábitos es el de evitar el tabaco, ya que la nicotina no sólo genera adicción al intentar compensar por la ansiedad que se siente, sino que además genera depósitos de alquitrán que se van a cumulando en nuestros pulmones, y ello genera mayor resistencia a la hra de respirar y así se va evitando el ejercitarse cada vez más. De nuevo, el tema emocional es de suma importancia. Otro de los buenos hábitos a adoptar es el de realizar deportes diariamente o por lo menos, caminar unos 6.000 o 10.000 a 15.000 pasos. También es mu importante propiciar o poder acudir a espacios de socialización con amistades o seres queridos, no necesariamente la familia de sangre, sino aquellas personas con las que se siente uno en confianza como la de la familiaridad. Como pueden ver, la alimentación es apenas un pequeño pedazo del conjunto que compone “vida saludable”, y es así como, en conjunto con todo esto, la atención del paciente debe centrarse en cambiar sus hábitos y su vida para hacer que las emociones, los entornos y actividades que frecuentaba, le sumen en vez de restar a su proceso de recuperación en cuanto a la relación que se tiene con la comida.
Para terminar, es de suma importancia mencionar respecto de si se puede volver a subir de peso luego de que el paciente se haya realizado una cirugía bariátrica que las fallas que ella pueda tener dependen en un cierto porcentaje de lo que el equipo médico controle, y otro porcentaje dependerá entonces de aquello sobre lo que el paciente tiene control. Todas las cirugías tendrán una serie de riesgos asociados a ellas, como con la anestesia, las complicaciones derivadas de los tejidos del paciente, las condiciones preexistentes, etc. Eso pasa en todas las cirugías. Sin embargo, todo aquello que está en control del paciente, como por ejemplo el seguir su plan de alimentación como es, que deje de fumar, que empiece a caminar más o que empiece a tener un poco más de actividad para movilizar sus músculos y quemar la grasa acumulada; ese tipo de cosas están totalmente en el control del paciente, y es ahí en donde el éxito a largo plazo de la operación se verá reflejado: gracias al trabajo en equipo y a la suma de todos los factores que componen esa ecuación. No es solo que la parte técnica está completa, porque créannos cuando les decimos que todo lo que podemos controlar bajo la guía del Dr. Hasan Erdem, lo está. Sin embargo, es preciso comentar que creemos en la responsabilidad que en efecto se pone el paciente sobre sí mismo para poder darle un giro efectivo a su cuerpo y su vida, y que por ello estaremos en cada paso que decida dar con niveles de cuidado y atención muy profesionales.
¿Cuántos kilos se baja después de una reducción de estómago?
Los procedimientos o cirugías bariátricas se consideran en el mundo quirúrgico como las grandes herramientas que ha desarrollado la medicina moderna para ayudarle a pacientes que lidian con el sobrepeso o la obesidad un tratamiento adecuado. si bien los pacientes que llegan a culminar su período postoperatorio con éxito, lo hacen habiendo perdido del 80 al 90% del peso extra o la grasa adicional que tenían en su cuerpo, no lo hacen solo gracias a la operación a la que se sometieron, sino que lo hacen por haber incorporado nuevos hábitos de vida a sus rutinas diarias y por haber tomado conciencia de los hábitos dañinos que habían influido en el diagnóstico de sobrepeso u obesidad que los había llevado hasta ese punto. para aquellos que quieran saber la cifra, tenemos un estimado en porcentajes más que en unidades de medida de peso, ya que cada cuerpo y cada proceso son únicos. Por ello, podemos decir que un paciente que finaliza con éxito el período postoperatorio y logra darle tratamiento a su diagnóstico de obesidad, gracias a combinar buenos hábitos de vida con la cirugía bariátrica, logra perder entre el 60 al 90% del peso que necesitaba perder al momento de una evaluación inicial.